resucitar a los muertos

¿Alguna vez has pensado en resucitar a los muertos? Imagina cómo sería la vida si todos tuviéramos la fe para resucitar a los muertos. Los padres que lloran por sus hijos no existirían. Los niños pequeños que lloran por sus padres nunca serán un problema. No me refiero a un mundo imaginario lleno de hadas y magia  sino a un mundo en el que todos vivían según la comisión de Jesús. 

 Mateo 10: 8, "Cura a los enfermos, limpia a los leprosos, resucita a los muertos, echa a los demonios; gratuitamente los recibiste, da gratuitamente". 

Esta fue la comisión que Jesús dio a sus discípulos, y estamos viviendo en una época donde muchas personas están empezando a tener el deseo y la fe de caminar de acuerdo con esta comisión. Si estás leyendo este material, entonces probablemente también seas uno de ellos. 

Criar a los muertos no es su tema de elección diario, pero si queremos realizar los milagros que Jesús nos encargó, ahora es el momento de comprender el poder detrás de las obras. 

Juan 14:12, "De cierto, de cierto te digo, que el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también, y mayores obras que éstas, él hará, porque yo voy a mi Padre". 

Estamos viviendo en una era donde nuestras generaciones más jóvenes no van a sentarse y ver a otros tener iglesia. Esos días están llegando rápidamente a su fin. Con cada generación, entramos en una generación "muéstrame". Muéstrame por qué debería creerte? Muéstrame cómo hacer esto? Enséñame a hacer lo que haces? El mundo está cambiando enormemente; aunque el Padre es el mismo, hoy y ayer, es imperativo que volvamos a los caminos de nuestro Padre celestial para realizar las obras que hizo Jesús y aún más obras. 

Hemos estado explorando el libro The Power to Raise the Dead de Von Cook, pero hoy quiero centrarme en el poder detrás de resucitar a los muertos. 

 II Timoteo 1: 7, "Porque Dios no nos ha dado el espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de una mente sana".

Un aspecto importante que muchos cristianos no entienden es el poder. Creo que es porque el cristianismo ha sido tan diluido a lo largo de los años. Y la mayoría simplemente prefiere sentarse y dejar que Dios lo maneje, dejarlo tomar el volante mientras esperan el rapto de la iglesia. ¡Habla de tu iglesia laodiceana! Ahí es donde muchos están hoy, a pesar de que nunca lo admitirían. Aunque puedan ir a la iglesia todos los domingos o sábados, muy pocos pueden sanar a los enfermos y expulsar demonios. 

Hoy, quiero enfocarme en la palabra poder. La palabra poder significa, la capacidad o capacidad para actuar o desempeñarse efectivamente. Significa tener control o autoridad. El derecho y el poder de mandar, decidir, gobernar o juzgar. Jesús nos ha dado este poder y nos ha encargado que lo usemos. ¿Cómo sabemos esto? 

En Génesis el sexto día, se nos dio el dominio sobre toda la tierra. Esto incluye el dominio sobre los peces del mar, el ganado, las aves del aire y sobre todos los seres vivos que se mueven sobre la tierra. Dios ha otorgado el dominio masculino y femenino sobre la tierra. (Génesis 1: 26-27) Este dominio se le dio a todos los que caminan sobre la tierra. No fue simplemente dado a los cristianos y no fue dado solo a los judíos, sino que fue dado a todos. 

El poder y el derecho de comando y control se les dio a todos. El único problema es que este comando y control se rige principalmente por la oscuridad porque muchos cristianos no están ejerciendo su autoridad de acuerdo con la comisión que nos fue dada. Dios nos ha dado poder sobre cada cosa viviente sobre la tierra, como leemos en el Génesis, luego Jesús vino y nos dio poder sobre los muertos y sobre todos los enemigos también. 

El poder se nos ha dado, y ahora todo lo que tenemos que hacer es usarlo. 

Miremos la palabra dominio. Significa controlar o ejercer el control. El territorio o esfera de influencia o control; reino. También significa el derecho a mandar, gobernar, juzgar o decidir. Basado en esas definiciones de la Concordancia Strong # 7287 y Roget's II The New Thesaurus, Dios nos ha dado dominio o control sobre cada ser viviente en nuestro reino de influencia, además del poder para resucitar a los muertos. 

Es importante que comprendamos con qué estamos caminando. El Espíritu Santo nos ha dado el poder para resucitar a los muertos. 

Cuando piense en el poder, piense en el poder que tiene sobre sus hijos (edad escolar). Usted decide qué ropa usarán en la escuela, qué comerán, a dónde irán durante el fin de semana, qué pueden comprar en la tienda, qué pueden mirar en la televisión, etc. Si usted es supervisor, usted tiene control e influencia sobre aquellos Bajo usted. Usted decide cuándo pueden tomarse unas vacaciones, tomar un descanso para almorzar, qué proyectos serán pagaderos, si reciben un aumento o no, si se despedido o no, etc. 

Si no es padre o supervisor, piense en la influencia que sus padres o abuelos, tías, etc. tienen sobre usted. Si trabajas para alguien, piensa en lo que puedes hacer y en lo que no puedes hacer sin permiso. 

Al meditar en esos ejemplos, piense en el poder que Dios le ha dado en su ámbito de influencia con respecto a resucitar a los muertos. Muchas veces creemos que no somos dignos, o que es para otra persona y no para nosotros. Eso está muy lejos de la verdad. Dios te ha dado poder. 

Lucas 10:19, "He aquí, te doy poder para pisotear serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo ..." 

Uno de los poderes del enemigo es la muerte. "Por tanto, como los hijos participan de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para que mediante la muerte destruyera al que tenía el poder de la muerte, el diablo". Hebreos 2:14 

Cuando realmente comienzas a mirar las Escrituras y cuál es el papel del enemigo en nuestra vida, podemos realmente apreciar y entrar en autoridad. Sí, la muerte es el dominio del demonio. El diablo tiene poder sobre la muerte. Es su reino. Está escrito en las Escrituras y cuanto más estudias, más descubrirás que no está en la voluntad de Dios que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (II Pedro 3: 9) 

Estoy muy entusiasmado con esta temporada en la que estamos y muy feliz de comenzar este curso para los muchos que están experimentando un llamado a realizar las obras de Jesucristo y obras aún mayores que estas.

Ministro Rubio